La energía solar facilita la ayuda humanitaria en zonas declaradas catastróficas.
noviembre 2013- Autoría: Ruth Simón Fermosell
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La energía solar es una de las mejores alternativas para suministrar energía y luz a zonas aisladas o declaradas en situación de emergencia, donde la electricidad ha quedado cortada y es urgente.
En Filipinas recientemente, el tifón conocido como "Haiyan", ha dejado a su paso un territorio devastado y miles de personas han quedado a la espera de ayuda humanitaria, sobre todo alimentos y atención médica. En esta situación de emergencia, las redes eléctricas quedan en su mayoría inutilizadas y el uso de la energía es fundamental para atender a la población.
La energía solar ha quedado patente como la mejor tecnología para abastecer de electricidad a estas zonas necesitadas. En Haití, tras el paso del Huracán "Sandy", numerosas empresas e instituciones colaboraron para enviar a la zona sistemas fotovoltaicos, cocinas y lámparas solares. Gracias a la llegada de la energía solar, las labores de rescate se pudieron mantener durante la noche, así como ciertas medidas de atención médica.
El terremoto surgido por Haití en el 2012, reventó muchas de las cañerías y fuentes de agua quedaron contaminadas. La organización Water Missions International envió 10 sistemas de filtrado de agua a Puerto Príncipe, la capital de Haití que podían utilizarse por medio de energía solar y purificar el agua. También fue fundamental el uso de cocinas solares enviadas de ayuda por varias ONG´S, que se utilizaron para cocinar alimentos y hervir el agua.
En medio del caos, el uso de la tecnología de generación solar, proporcionó agua potable y alimento a miles de personas, previniendo enfermedades incluso reduciendo la mortalidad. Las cocinas solares se están utilizando en miles de campos de refugiados por las ONG´s.
En Filipinas la situación es urgente y varias empresas y organismos no gurnamentales están tratando de llevar al país este tipo de soluciones. Tras el paso del tifón, Más de 250.000 casas han sufrido daños graves, medio millón de personas están viviendo a la intemperie y la inseguridad es muy alta. ACNUR (Agencia de la ONU para refugiados), está planeando la distribución de 50.000 linternas de energía solar, que ayudarán a reducir el riesgo de violencia sexual y contribuirán a aumentar la seguridad y protección de familias que lo han perdido todo.
La falta de electricidad está retrasando labores de rescate, por lo que algunas empresas del sector de la energía solar fotovoltaica están instalando sistemas fotovoltaicos aislados que proporciones a los servicios de emergencia el suministro suficiente como para atender a los heridos y acelerar las labores de rescate, sobre todo durante la noche.
Fuente:
Saludos
Rodrigo González Fernández
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