RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA

	RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
	La responsabilidad social corporativa (RSC) o empresarial (RSE) es una nueva herramienta que permite dirigir la empresa de una forma diferente, en la que la maximización de beneficios en el mínimo tiempo posible sigue siendo el objetivo principal, pero ahora complementado con el estricto cumplimiento de los derechos humanos, laborales, sociales, económicos, culturales y ambientales en las actividades que desarrolla en todo el mundo, abriendo la generación de sus estrategias y políticas empresariales a los grupos de interés con los que la empresa se relaciona mediante el diálogo social. Los grupos de interés son todos aquellos que tienen relación con la empresa: empleados, proveedores, clientes, gobiernos locales y estatales, comunidades en contacto directo con las instalaciones de la compañía (municipios, comunidades indígenas), sociedad civil, etc. En la práctica, la RSC es voluntaria, no hay legislación ni en el ámbito estatal ni europeo y no hay un único estándar para el desarrollo de memorias sociales y ambientales y una gran parte de las empresas transnacionales la están utilizando como herramienta de marketing y promoción de su reputación corporativa, para ocultar tras de ella, como si de una cortina de humo se tratase, los impactos que están provocando sus actividades en los derechos humanos y el medioambiente. (Ilustración de Sergio Catalán)
	La empresa es hoy un actor generador de cambio social, que extrae de la sociedad importantes beneficios económicos, a la vez que genera a veces impactos negativos. En este marco surge la responsabilidad social corporativa o RSC, es una nueva forma de dirigir la empresa, en la que se deben generar estrategias y políticas a través de códigos de conducta internos que garanticen que el desarrollo de sus actividades ordinarias sea sostenible y no impacte contra los derechos sociales y ambientales de los grupos de interés implicados, a la vez, que debe tenerlos en cuenta en la definición de sus estrategias empresariales. Este nuevo enfoque se llama multistakeholder y nace como contrapartida al shareholder (único objetivo de la empresa es maximizar benficios y responder ante los accionistas). Se deben identificar todos los grupos de interés con los que se relaciona la empresa: empleados, proveedores, clientes, gobiernos locales, gobiernos estatales, comunidades en contacto directo con las instalaciones de la compañía (municipios, comunidades indígenas), sociedad civil, etc. Creando espacios para el diálogo social, que debe condicionar las futuras estrategias empresariales de la compañía y debe ser controlable a través de la triple cuenta de resultados (social, ambiental y económica-financiera). Gobiernos y empresarios se han posicionado de forma clara ante la RSC y la ven como una oportunidad para generar valor para la compañía y diferenciarse, a su vez que entienden que debe ser de cumplimiento voluntario ya que los planteamientos de la RSC van más allá del estricto cumplimiento de las legislaciones vigentes, que ya se cumplen. Por otra parte, ONG's y movimientos sociales se están posicionando de diferentes maneras. Hay grupos que defienden que no se debe hablar de RSC y sí de Irresponsabilidad Social Corporativa, porque la mayor parte de empresas que la están aplicando, la utilizan para ocultar los verdaderos impactos negativos que están provocando en sociedades del Norte y del Sur: violación de los derechos humanos, incumplimiento de medidas de seguridad laboral, discriminación de género, explotación infantil, impactos ambientales y generación de deuda ecológica, erosión de democracias por corrupción, etc. Generando una cortina de humo que mantiene el prestigio de sus marcas ante los consumidores y accionistas (GREENWASHING). Otros grupos están de acuerdo y ven en ella una oportunidad de entablar espacios para el diálogo con las empresas y conseguir que las compañías mediante la autorregulación voluntaria reduzcan sus impactos. Y algunas ven en ella una oportunidad para recibir financiación para el desarrollo de sus proyectos de cooperación.
	AUTOR
	Jesús Carrión Observatorio de la Deuda en la Globalización jesus.carriondebtwatch.org

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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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