TU NO ESTAS SOLO O SOLA EN ESTE MUNDO SI TE GUSTO UN ARTICULO, COMPARTELO Y ENVIALO A LAS REDES SOCIALES TWITTER O FACEBOOK

martes, 22 de junio de 2010

Ringo Veenman de Monsanto Vegetable Seeds:

Ringo Veenman de Monsanto Vegetable Seeds:

Holanda: "El gusto y la productividad deben ir de la mano"




Ringo Veenman es el nuevo gerente de ventas de Monsanto Vegetable Seeds. Él ha estado trabajando durante seis años en De Ruiter Seeds, que ha sido la marca para cultivo en invernadero. Ringo ha visto de cerca la integración con Monsanto. "Por supuesto que la fusión de las dos casas de semillas conduce a una confusión babilónica. Pero al final te enteras de que todo el mundo quiere las mismas cosas."


Coeur de Boeuf

La dosis saludable de escepticismo ha dejado lugar al entusiasmo entre los empleados "No tenemos mucho menos espacio para el movimiento y en realidad nos hemos hecho más dinámicos. Nuestros nuevos colegas garantizan que pensemos de manera más pragmática. Ellos están bien en la traducción del valor añadido variedades y deciden sobre la base de hechos. Esto ofrece grandes posibilidades."


Santorange un tomate cherry plum con un buen gusto. Para estas especialidades es aún difícil ganar espacio en las estanterías.

Debido a la formación de precios negativos los agricultores se ven obligados a basar sus decisiones en la productividad. Monsanto no está haciendo esto. Para el sabor, se cumplen los requisitos más estrictos. "El año pasado se optó por no introducir una variedad de tomate, aunque existíera una demanda entre los productores. No pensamos que su sabor cumplía nuestros requisitos".



Ringo Veenman piensa que es responsabilidad conjunta de toda la cadena el garantizar la calidad. Si la producción sigue siendo más importante y el sabor es menos importante, habrá un riesgo de que los productores no sean capaces de llegar a determinados mercados. Él piensa que es una oportunidad perdida. "En el corto plazo, pocos productos parecen buenos, pero el sector no sigue de esa manera", dice.


Conchita es crujiente y tiene una vida útil prolongada.

Ringo ve que la producción temprana de una variedad es recompensada. Komeett es un buen ejemplo de ello. La cosecha temprana se paga mejor en promedio que el resto de la temporada. "Los agricultores pueden usar eso como un amortiguador para el resto de la temporada".


Tourance es una buena variedad de vid en el segmento medio. Tourance es la prueba de que puede haber un sabor muy bueno en este segmento.

Además de eso, él ve más espacio para el gasto de subvenciones OGM  Esto también podría garantizar un buen comercio. "El marketing es un gran instrumento para lograr que el sector salga de la crisis. Una promoción colectiva podría conducir a un mayor precio por productosdentro y fuera de Holanda. El «orgullo» de un producto de nuestro propio país no está realmente en nuestra cultura, pero eso estaría bien. "


A la izquierda es el lycopeen-tomate y el derecho es normal.

Desde 2006, Monsanto Vegetable Seeds ha tenido el Centro de Experiencia de Tomate en 's-Gravenzande. Se trata de un invernadero de 6000 m2. Es climatológicamente estable, porque está cerca del mar. Aquí se cultivan 450 variedades de tomates. Todas las variedades son seguidas a lo largo de la sombra, así como por el lado soleado. El mayor cumplido que un fitocriador puede obtener de un productor es: "Hace exactamente lo que yo esperaba de él."


El invernadero es un parque infantil para los fitocriadores


Contacto:

Monsanto Vegetable Seeds
Leeuwenhoekweg 52
2661 CZ Bergschenhoek
Holland
info@deruiterseeds.com
www.deruiterseeds.nl
FUENTE:
Saludos,
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIENTO DE ONU
Celular: 93934521
WWW.CONSULTAJURIDICA.BLOGSPOT.COM
SANTIAGO-CHILE
Solicite nuestros cursos y asesoría en Responsabilidad social empresarial-Lobby corporativo-Energías renovables. Calentamiento Global- Gestión del conocimiento-Liderazgo,Energias Renovables.(Para OTEC, Universidades, Organizaciones )

El futuro de la seguridad de los alimentos

El futuro de la seguridad de los alimentos
La actual revolución tecnológica se traducirá, entre los próximos 10 y 15 años, en el desarrollo de nuevas aplicaciones en el campo de la seguridad alimentaria.

Fuente :CS
Newsletter  |   Traducir  |   Tamaño   |   Imprimir   |   Enviar a un amigo

Hace unas décadas, las películas futuristas mostraban un siglo XXI en el que la alimentación se sustituía por una pastilla que cubría todas las necesidades alimenticias. Nada más lejos de la realidad. El consumidor actual demanda productos naturales y seguros, sin renunciar al placer de alimentarse. Las industrias del sector se esmeran en desarrollar sistemas que aseguren la salubridad de los productos sin sacrificar un ápice su calidad. Conscientes de que natural no es igual a saludable, el sector agroalimentario busca alternativas a procedimientos higienizantes que respeten al máximo la frescura del alimento y envases que los conserven hasta su consumo e informen sobre su estado. Además, las nuevas tecnologías de comunicación y procesamiento de datos permiten hacer un seguimiento desde el origen hasta el consumo y controlarlo en todo momento, sin olvidarse de la ecología y la sostenibilidad, muy presentes en el sector. Estos son algunos de los sistemas que se desarrollan y que materializarán el futuro cercano de la alimentación.

Un objetivo prioritario es obtener el mismo sabor, olor, color y nutrientes que el alimento fresco sin tratar, pero sin los riesgos biológicos inherentes. Esto se materializa en tratamientos higienizantes menos agresivos para obtener alimentos más seguros y naturales sin pérdida de nutrientes. Los procedimientos tradicionales con calor resultan demasiado intensos, así que se buscan tratamientos alternativos que eliminen los posibles microorganismos patógenos sin alterar la calidad de los nutrientes ni sus propiedades organolépticas. Las nuevas tendencias tecnológicas apuntan a procesos más suaves mediante campos eléctricos, presiones elevadas o luz pulsada, que tienen un eficaz efecto de eliminación microbiana. También se desarrollan nuevos tratamientos más suaves con drásticas variaciones de la presión.

Apuesta por lo natural

Uno de los grandes avances ha sido el uso de sustancias naturales con acción antibacteriana

Otro de los grandes descubrimientos ha sido la posibilidad de utilizar sustancias naturales no sintéticas, a menudo procedentes de plantas, como conservantes, por su efecto antibacteriano. Este hecho ya lo conocían numerosas culturas, que lo recogían en la sabiduría popular sin que hubiera, en la mayoría de los casos, evidencias científicas. Las actuales tendencias han favorecido su estudio e implantación y estos conservantes naturales sustituyen a los artificiales, alargan la vida útil del producto y garantizan su inocuidad.

Concentrado de arándanos o extracto de plantas exóticas como el guaraná son algunas de las sustancias sobre las que se han centrado los estudios de investigación por sus propiedades antibacterianas. Se añaden como aditivos o se utilizan en películas comestibles, como la desarrollada de manzana enriquecida con antimicrobianos de origen vegetal, con el objeto de proteger los alimentos frente a ciertas bacterias patógenas.

En esta línea, destacan la bioconservación, que se basa en el efecto de los denominados bioconservantes -microflora natural o controlada de los alimentos o sus productos antibacterianos, que aumentan la vida útil e incrementan la seguridad de los alimentos- y los enzibióticos, enzimas antibacterianas procedentes de ciertos tipos de virus, cuya aplicación será de gran utilidad en el futuro.

De la mano de lo diminuto

Pero sin duda, una de las tecnologías más prometedoras en el campo de la seguridad es la nanotecnología. Es el diseño, producción y aplicación de estructuras, dispositivos, sistemas y materiales a escala atómica y molecular, mediante el control del tamaño y de la forma. El interés de la nanotecnología radica en el hecho de que ese pequeño tamaño conlleva propiedades físicas y químicas que difieren de manera significativa de las habituales a una escala mayor. Sus aplicaciones en el sector agroalimentario, tanto presentes como futuras, son de gran interés: desde el desarrollo de nuevas materias primas con propiedades funcionales propias, hasta el desarrollo de nuevos nanomateriales y nanotransportadores de sustancias, que añadidos a los alimentos potencien su absorción (nutrialimentos o alimentos funcionales), y los materiales inteligentes en contacto con los alimentos.

En la actualidad, algunos nanocompuestos ya se usan como material de embalaje o recubrimiento para controlar la difusión de gases y prolongar el tiempo de conservación en diversos casos. Cada vez se utilizan más productos basados en la nanotecnología para elaborar materiales de contacto con los alimentos dotados de propiedades antimicrobianas. Las actuales investigaciones sobre estas superficies buscan conseguir sensores capaces de detectar la contaminación bacteriana y reaccionar contra ella. Estos envases inteligentes están dotados de biosensores, es decir, sistemas que indican el estado del alimento y, a la vez, están integrados en un ambiente inteligente y controlable de forma remota.

Control paso a paso

Los sistemas de control del alimento serán tan sofisticados, que se podrán conocer en tiempo real todas sus condiciones de conservación y almacenamiento, desde el momento de producción hasta su consumo. Lugar de origen, temperatura y tiempo de almacenamiento son algunos de los datos que se registrarán en un completo sistema de trazabilidad a través de radiofrecuencia (RFID), que garantizará una producción controlada. Será posible, mediante conjuntos automatizados de monitorización, registrar las temperaturas de transporte y detectar, entre otras, una posible ruptura de la cadena de frío.

El sector agroalimentario deberá aunar rentabilidad, en cuanto a sistemas de elevada capacidad de producción, con calidad. Esta última será tanto higiénico-sanitaria como sensorial. La producción de materias primas en entornos controlados será la tendencia general. Algunas actividades, como la acuicultura, se desarrollarán de manera muy significativa. La sostenibilidad y la ecología serán dos de las directrices que marcarán la trayectoria de evolución del mercado.

También en el trabajo de laboratorio los avances tecnológicos posibilitarán la creación de sistemas rápidos de detección muy sensibles y específicos con la molécula, patógeno o especie que se quiera detectar, de gran precisión analítica y rapidez sin destrucción de la muestra. Empresas y centros de investigación trabajarán de forma conjunta para desarrollar nuevas líneas de estudio y alcanzar sus objetivos.

Respecto al consumidor, en el futuro no sólo exigirá calidad y seguridad en sus productos, sino facilidad y rapidez en su elaboración. Los sistemas de conservación posibilitarán alimentos semiprocesados o procesados de prolongada vida útil que simulen ser frescos, aunque permitan hacer compras muy distanciadas en el tiempo. Por último, cocinas mejor equipadas integrarán sistemas de última generación que, además de ofrecer completa información sobre los alimentos almacenados en ella, actuarán como protectores, evitarán posibles contaminaciones y asesorarán sobre el alimento que conviene comer, mediante la planificación de la dieta.

PRIMEROS CONTROLES

Fue en el siglo XIX cuando, a través de unas Reales Órdenes, el Estado estableció la obligación de controlar los alimentos que se consumían en las ciudades, por parte de los responsables de la Administración local. Otras ciudades tan populosas como Londres o París ya desarrollaban esta tarea sanitaria y algunas capitales españolas como Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga y Sevilla se sumaron a esta corriente. Al principio, las labores se reducían al control de abastecimiento de carnes y leche. Se centraban, sobre todo, en las inspecciones en los mataderos. Más tarde, la vigilancia se amplió a otros alimentos y se adoptaron nuevos métodos y técnicas de examen que permitían un nivel de comprobación más eficaz.

Desde entonces, la seguridad de los alimentos ha sido una constante, no sólo por parte de la Administración, sino de las propias empresas del sector, conscientes de la importancia de esta línea de trabajo en sus empresas. El consumo de aceite de colza desnaturalizado, que provocó en los años ochenta el fallecimiento de alrededor de 700 personas por síndrome tóxico y que afectó a más de 20.000, se convirtió en la mayor intoxicación alimentaria en la historia de España y supuso un antes y un después en el campo de la seguridad alimentaria. Sirvió para sentar las bases de un sólido sistema de control alimentario en el ámbito nacional, englobado hoy en día en un entorno comunitario.

 
FUENTE:
Saludos,
 
RODRIGO  GONZALEZ  FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
DIPLOMADO EN GESTION DEL CONOCIMIENTO DE ONU
Celular: 93934521
WWW.CONSULTAJURIDICA.BLOGSPOT.COM
SANTIAGO-CHILE
Solicite nuestros cursos y asesoría en Responsabilidad social empresarial-Lobby corporativo-Energías renovables. Calentamiento Global- Gestión del conocimiento-Liderazgo,Energias Renovables.(Para OTEC, Universidades, Organizaciones )